Sonrisa social del bebé: ¿reflejo o intencional?
A veces tu bebé, de apenas unas semanas, sonríe en sueños, una sonrisita fugaz que alarga espontáneamente los labios. Debido a que con frecuencia siente emociones que no controla, el placer, que es parte de él, desencadena una sonrisa espontánea.
Tu bebé se siente bien, y su cuerpo reacciona a este estado con un pequeño movimiento de sus labios… Le da placer lo que está experimentando (le acariciamos, está calentito, le damos de comer…) pero no aún no es consciente de lo que produce este placer.
¡Qué satisfacción para ti verlo sonreír así! Tienes la impresión de que es a ti a quien se dirige este signo. En realidad, es «solo» una sonrisa espontánea… porque acaba de alimentarla o acunarla con ternura. Está feliz… Esta sonrisa es la expresión de su bienestar y un primer paso hacia el lenguaje. Para ti, la alegría que te provoca esta sonrisa te motiva aún más a cuidarlo.
Muy rápidamente, la sonrisa de tu bebé se dirige hacia ti.
No, no estás soñando, todavía es muy pequeño, entre uno y dos meses, a menudo incluso antes, y ahora te sonríe por imitación, luego intencionalmente. Él sabe que sonríe y por qué lo hace. Porque lo miras, porque atrapa tu mirada con la suya y se queda ahí, porque tú también le sonríes, responde con una sonrisa. Tu rostro se inclina hacia él y tu bebé te sonríe espontáneamente.
Sonrisa social del bebé. Si te sonríe: ¡sonríele!
Cuando tu bebé te sonríe, espontáneamente o no, te da alegría, la satisfacción de sentirte feliz en tus brazos. A su vez, sonríele, muéstrale tu satisfacción. Háblale, él percibe a través de tus entonaciones tus sentimientos, tu placer de estar con él. El placer que siente aumenta su bienestar.
Por el contrario, si está triste o preocupado, su estado de ánimo influye inmediatamente en él y su comportamiento se ve afectado. Tu bebé es una esponja que absorbe todas tus emociones. Por eso es importante que tengas cuidado de controlar lo que expresas cuando estás con él: comparte tu felicidad con él pero no te dejes abrumar por tus ansiedades.
Si tienes problemas para sonreírle a su bebé
Ante un rostro impasible, que no refleja ninguna emoción, tu bebé está en completo desorden: necesita tu reacción para sentir que existe en tu mirada. Al sonreírte, espera una sonrisa a cambio.
Tu bebé tiene una gran necesidad de que lo tranquilicen. Si estás pasando por un momento difícil, o si sientes que no te es posible estar relajada frente a tu bebé, no dudes en hablar con tu pediatra, o con el centro PMI de tu zona.