Qué es el castigo positivo
Para empezar, se debe conocer el significado de “castigo”. El castigo es un proceso de aprendizaje en el que a un comportamiento indeseado le sigue algún tipo de consecuencia con el propósito de disminuir la posibilidad de que este ocurra de nuevo, hasta eliminar por completo ese comportamiento.
Esto funciona bajo el principio de condicionamiento operante, el cual fue un concepto usado por primera vez por el psicólogo americano B.F. Skinner.
El condicionamiento operante es un método de aprendizaje según el cual el comportamiento es controlado por consecuencias tales como recompensas o castigos. A esto se le llama aprender por consecuencia.
Observamos las consecuencias a nuestras acciones, y esto afectó la manera en que actuaremos la próxima vez que estemos en una situación similar.
Dos conceptos claves del condicionamiento operante son el refuerzo y el castigo. El refuerzo sirve para alentar un comportamiento positivo, mientras que el castigo desalienta un comportamiento indeseado.
Castigo positivo
A primeras instancias, el castigo positivo puede sonar contradictorio, ya que se piensa que si es positivo debería significar algo bueno, pero al ser un castigo debería ser malo. Para aclarar este concepto erróneo, dentro del contexto del condicionamiento operante, las palabras “positivo” y “negativo” no significan “bueno” y “malo, respectivamente. En realidad se refieran a añadir algo o quitar algo, como una consecuencia de un comportamiento en específico.
Por lo tanto, el Castigo Positivo consiste en introducir o añadir cualquier tipo de consecuencia indeseada después de que se haya realizado un comportamiento indeseado, con la finalidad de que esto no vuelva a suceder.
Ejemplos
Considerando una situación en la que un estudiante recibe una llamada dentro del salón de clases, atiene y empieza a hablar al frente de toda la clase, interrumpiendo la continuidad de la lectura. Seguido a esto, el profesor lo reprende en frente de toda la clase y hace que su tarea sea el doble a la del resto de los estudiantes. La consecuencia de haber conseguido un castigo evitará que vuelva a repetir esta acción.
Imaginando otra situación, en la que por ejemplo nos saltamos una señal de tráfico ya que vamos tarde al trabajo, recibiremos una multa por romper las reglas del tráfico, por lo que las próximas veces iremos con precaución y no lo volveremos a repetir.
¿Es efectivo el castigo positivo?
A pesar de que el castigo positivo sea altamente efectivo, Skinner y otros investigadores han descubierto que existen unos factores que pueden determinar si tiene éxito o no.
El primero es que si el castigo positivo no es inmediato o consistente, puede volver a ocurrir lo que no se quiere. Otro factor es que si la persona solo está aprendiendo que no debe realizar cierta acción, no está aprendiendo otros comportamientos más apropiados como respuesta a ciertas acciones, por lo que no sabe cuál es la mejor opción y vuelve a hacer la acción.
El castigo positivo no funciona en todos los casos. Por ejemplo, en prisión hay muchos convictos que después de se liberados vuelven a hacer los delitos por los cuales fueron apresados.
Efectos positivos del castigo positivo
Puede prevenir que ocurran comportamientos peores. Por ejemplo, si un padre castiga a sus hijos por gritarse, lo está haciendo para prevenir otros comportamientos peores como que se golpeen.
Ayuda a que la persona reflexione que hay comportamientos que no son aceptables. Especialmente en los niños pequeños, les hace entender que hay ciertos comportamientos que no son tolerables y que no pueden volver a suceder.
Ilustra el concepto de consecuencias indeseadas. El castigo permite mostrar que cada acción inapropiada tiene su consecuencia.
Efectos negativos del castigo
El castigo puede llevar a tener miedo, ansiedad, e incluso a la agresión. Puede ocasionar asociaciones emocionales negativas. El castigo puede ser efectivo, pero depende de cómo se haga. De no hacerse de una manera correcta, el castigo puede causar otros comportamientos indeseados.
No se enfoca en el comportamiento deseado. El castigo se enfoca en que no hacer más que en que si se debe hacer. Si reflexionas en que debes hacer en vez de en qué no, cambiara tu mentalidad.
Se ha descubierto que el refuerzo positivo es mejor a largo plazo. Al principio, el comportamiento se hace para conseguir una recompensa, pero con el tiempo, la motivación hará que hagas esas acciones por el sentimiento de hacer algo bien.