¿Qué es el bullying escolar?
Actualmente, se ha llegado a escuchar que el bullying presenta “síntomas”
Se habla del bullying como si fuese una especie de enfermedad degenerativa que va hundiendo al niño en la depresión, pero esto no es así en lo absoluto.
Para aquellos padres que jamás pasaron por esto en sus días de escuela, es algo completamente desconocido e inentendible
“¡Pues dile a la profesora!”, “golpéalos tú también”, “¡pero por qué rayos te has dejado?”
Muchos padres creen que es muy fácil evitar estas cosas, pero no, si el niño ha salido de un ambiente donde nunca tuvo que enfrentar cosas demasiado fuertes o que su carácter no tuvo necesidad de haberse formado de manera que puede enfrentar abusos y defenderse, es muy difícil que realmente el niño sepa cómo lidiar con los abusadores.
El bullying escolar no es nada más ni nada menos que un montón de niños que sufren en sus hogares molestando a aquellos quienes no lo hacen tanto como ellos.
Pero por supuesto, esos niños no tienen idea si sufren o no, sólo los ven más amables que ellos y los califican como “bobos” como “niños tontos, sin carácter, débiles” porque por supuesto, estos abusadores en sus casas han tenido que endurecerse para soportar a sus padres.
Muchas personas se van directamente a culpar a los abusadores, que sí, el hecho de pasarla mal en casa no le da derecho nadie para maltratar a otras personas, pero realmente la culpa no la tienen estos niños, la culpa la tienen sus padres.
La crianza en los hogares es algo muy importante, y los valores que se inculcan en casa son los que se mantienen para toda la vida en la mayoría de los casos. Si los padres no saben criar a un niño, el niño probablemente va a manifestar estas cosas en la escuela, cuyo lugar pasa a ser su segunda casa, ya que allí es donde van a pasar toda su niñez y adolescencia, aprendiendo y conociendo cosas externas que probablemente en su hogar no haya visto.
También se habla actualmente de que muchos padres han aflojado la disciplina y ahora les dejan a sus hijos una vida de libertinaje y desorden.
Bien, esto es más que nada subjetivo, porque puede ser que el padre que diga que ahora están disciplinando a los niños sin disciplina, sea exactamente el padre de aquel niño abusador. También puede pasar al revés, y que realmente los padres no hayan tenido un mínimo de carácter para orientar al niño en lo que está bien y lo que está mal, y el niño, desorientado, vaya a buscarlo por sus propios medios.
Esto básicamente refleja que todos los extremos están mal, no se puede aflojar completamente la crianza de un hijo, pero tampoco se puede llegar al extremo de maltratarlo bajo ideales antiguos, abusadores y tontos.
Lo que sucede en estos casos es que los niños ven el ejemplo de sus padres en casa, y por supuesto, lo que reciban en la comodidad de su hogar, será lo mismo que mostrarán en la escuela mientras se relacionan con otros niños.
Si se les pregunta, por supuesto que los niños dirán que no, pero es porque ellos realmente no son conscientes de lo que están haciendo y mucho menos de la razón. Si toda la vida lo que han vivido ha sido maltratos, pues en la escuela maltratarán o dejarán que los maltraten ya que si así también los tratan sus padres, ¿quiénes son ellos para parar maltratos ajenos?
También con respecto al libertinaje, al final, el niño se sentirá abandonado en todo sentido y lo que deseará con todas sus ansias en una buena reprimenda de sus padres que indique que realmente le prestan atención.
Por supuesto, nadie recibe un manual de cómo ser padre, pero sí que es muy importante prestarle atención al comportamiento de los niños y a su mirada. Al final terminan agarrándole miedo a los padres, o peor, los padres terminan agarrándole miedo a los niños.
El bullying escolar se debe principalmente a esto, y que si ya comienzan con uno, los otros niños por querer “encajar” también molestarán al mismo niño porque no entienden realmente lo que sucede y se les hará divertido.Esto definitivamente no es una enfermedad ni ningún mal de morirse, pero los padres deberían conocer a sus hijos y saber qué actitud tomar para dominarlos sin cadenas, pero tampoco dejarlos completamente libres, porque realmente quienes sufren las consecuencias son ellos. Sus vidas apenas están empezando, y no podemos dejar que mantengan traumas desde chiquitos porque se verán reflejados fuertemente en las decisiones de su vida adulta.