Qué es la mastitis y cuáles son los síntomas

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La mastitis es una infección del tejido de las mamas que ocurre más frecuentemente durante el periodo de lactancia de una mujer, pero también puede afectar a mujeres que no lo están.

Lo más común es que las infecciones en los senos ocurran de uno a tres meses después del nacimiento del bebé.

Mujeres sanas rara vez contraen mastitis, sin embargo, las mujeres con diabetes, enfermedades crónicas, o enfermedades del sistema inmune pueden ser más susceptibles.

Solo del 1% al 3% de las mujeres lactantes desarrollan mastitis. 

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Síntomas de la mastitis

Normalmente la mastitis afecta a una sola mama, y los síntomas pueden desarrollarse rápidamente. Los síntomas pueden incluir

  • Un área roja e hinchada en el pecho puede sentirse caliente y doler al tocarla.
  • Un bulto en la mama o se puede sentir una dureza.
  • Un dolor ardiente que puede ser continuo o sólo ocurrir cuando se esté lactando.
  • Fluido en el pezón, que puede ser blanco o contener rastros de sangre.
  • Malestar general, fiebre, escalofríos y fatiga.
  • Abscesos. Estas son masas que generalmente se sienten blandas bajo la piel. Los bordes de esta masa suelen ser regulares y definidos. Algunos indicadores de esta infección son bultos en la mama que no reducen su tamaño luego de lactar, que salga pus del pezón y fiebre durante más de 48 horas.
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Causas de la mastitis

La principal causa de las mastitis es la acumulación de leche que puede quedar retenida en la mama. Otras causas pueden ser:

Bacteria en la mama, que puede ser bacteria proveniente de la superficie de la piel o de la boca del bebé que entró a los conductos mamarios a través de un orificio en el pezón.

Un conducto mamario bloqueado, lo cual puede ocurrir si la leche en la mama no se vacía por completo. Esto puede ocasionar que la leche se acumule y obstruya la lactancia normal, causando una infección.

Tratamiento de la mastitis

La mastitis generalmente es tratada con antibióticos para eliminar la bacteria, además de vaciar la leche retenida en la mama. En caso de que se presente un absceso, este será tratado deshaciéndose del pus, ya sea con cirugía o usando una aguja, con ayuda de un ultrasonido, y luego se procede con los antibióticos. Es importante terminar con el tratamiento de antibióticos los días recomendados, aun así sienta una mejora antes.

Algunos tratamientos caseros pueden ser:

Medicinas para el dolor. Tomar acetaminofén o ibuprofeno para aliviar el dolor. Son seguras para la lactancia y no afectarán al bebé.

Lactar frecuentemente. No se debe parar de dar a pecho de la mama afectada, a pesar de que pueda ser doloroso. Vaciar la mama prevendrá la obstrucción de los conductos, lo cual puede empeorar la mastitis. Si es necesario se puede usar un extractor de leche para quitar presión y vaciar la mama por completo.

En caso de que presente un absceso no se  debe dar a pecho. Se recomienda hacerlo con la mama que no ha sido afectada o usar leche de fórmula.

Para aliviar el dolor usar compresas calientes antes y después de lactar, también puede servir darse un baño caliente. Si no ayuda el calor, se puede usar compresas frías o hielo en el área después de lactar, pero es importante no hacerlo antes porque esto puede ralentizar el fluido de leche.

Beber abundante agua, por lo menos diez vasos de agua al día. Mantener una alimentación balanceada y agregar 500 calorías al día mientras se amamanta.

Prevención de la mastitis

Aunque la mastitis puede ser tratada, puede volver a aparecer si no se trata la causa que la originó en un principio.

Si estás amamantando, puedes reducir el riesgo de desarrollar mastitis al seguir pasos para evitar acumular leche, como:

  • Solo amamantar por seis meses, de ser posible,
  • Acostumbrar a tu bebé a alimentarse frecuentemente, especialmente cuando sientas las mamas llenas.
  • Asegurarse de que tu bebé esté en una posición adecuada durante la lactancia.
  • Dejar que el bebé termine de comer. Trata de no quitar al bebé del seno si todavía no ha terminado. La mayoría de los bebés sueltan el seno cuando han terminado.
  • Evitar sentir presión en los pechos por ropa apretada, como con el sostén.

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