Leonardo Da Vinci para niños

¿Cómo explicarle a un niño acerca de la vida del famoso señor multitareas Leonardo Da Vinci, y que les sea entretenido?
Bien, nosotros ya sabemos que el hecho de que nuestro niño tenga cultura y conocimiento es algo muy importante, pero por supuesto, a ellos suele darles igual.
Aún no tienen idea de la importancia que conlleva conocer de varias cosas, y lo interesante que lo puede llegar a hacer ver, pero esto en la edad de la niñez realmente no es muy importante para ellos, sin embargo, una manera de que aprendan y sea algo divertido, es quizá contar las cosas de un modo diferente.
Usualmente somos incapaces de despertar interés en un niño porque no sabemos contar historias.
A continuación te mostraremos la biografía de Leonardo Da Vinci, de modo que les sea algo más divertido e interesante de aprender y leer.
Leonardo Da Vinci explicado a los niños
En la época en que nació Leonardo, durante el siglo XVI, las personas no tenían apellido, por lo que el nombre se completaba con el lugar donde habían nacido o pasado los años de su niñez. Leonardo nació en Italia, en Vinci, de ahí que se llamase Leonardo da Vinci.
Desde pequeño, demostró su ingenio y una gran curiosidad por aprender. Cuando su padre observó que Leonardo dibujaba muy bien, tomó la decisión de enviarlo con el pintor Andrea del Verrocchio, para que pudiera aprender las diversas técnicas de la pintura. Según cuenta la leyenda, el profesor le encargó, al todavía joven Leonardo, que acabara de pintar un cuadro y lo hizo tan bien que Andrea del Verrocchio se enfadó, al darse cuenta de que Leonardo era mejor artista que él.
El hombre del renacimiento
Leonardo da Vinci es uno de los genios del Renacimiento. Fue pintor, escultor, inventor, arquitecto, ingeniero, músico, filósofo, cocinero y muchas cosas más, de ahí que la expresión “hombre del renacimiento” se refiere a una persona que es capaz de hacer muchas cosas.
La vida de Leonardo da Vinci está llena de curiosidades. Como pintor, hay tres obras suyas que son mundialmente famosas: la Mona Lisa, el hombre de Vitruvio y la Última Cena. A lo largo de su vida, solo pintó unos 30 cuadros, de los que la mayoría no se terminaron, ya que era muy perfeccionista y se obsesionaba con los detalles, lo que hacía que le costase acabarlos.
Su necesidad de experimentar le llevó a usar técnicas que nadie había utilizado, como el esfumado, para dar más profundidad a sus cuadros, o dar mayor naturalidad a los personajes orientando su cuerpo hacia un lado y la cabeza girando hacia otro (hasta aquel momento, los personajes estaban de frente o de perfil).
Diestro en escritura especular, el submarino y la bicicleta
Leonardo da Vinci es un personaje increíble. Era capaz de escribir de derecha a izquierda, escritura especular, con lo que sus textos se pueden leer utilizando un espejo.
Su ingenio y curiosidad hizo que diseñase todo tipo de inventos, como la bicicleta, el coche, el helicóptero, o el submarino, aunque muchos no pudo construirlos porque no tenía los materiales adecuados.
También creó un traje de buceo, máquinas voladoras, el cuentakilómetros, el paracaídas, y diversas armas, como la catapulta, el cañón de tres troneras o la ametralladora.
Leonardo Da Vinci sin duda fue un hombre adelantado para su época, pero su historia deja ver algo que es fundamental comprender, y que es una de las mayores esencias de los niños, y que la mayoría de los adultos han perdido: La curiosidad y creatividad.
Al crecer abandonamos tantas cosas maravillosas que nos proporcionaba la infancia y la niñez, que pareciera que por el simple hecho de entrar a la adultez ya nos volveremos aburridos y molestos, igual que como nosotros veíamos a los adultos cuando éramos pequeños.
Leonardo Da Vinci conservó esa chispa inmensa hasta el momento de su muerte, y es lo que todo niño debería hacer, conservar la chispa incluso siendo mayores.
¿Y cuál es esa chispa? Fácil, la diversión, curiosidad y creatividad. ¡La vida, el amor y la pasión! Por esto, Leonardo Da Vinci es un perfecto ejemplo a seguir para los niños, y por supuesto, también para los que no somos tan niños.